El pasado 27 de mayo y tras años de ausencia en tierras nacionales, volvió a nuestro país la “Aplanadora del Rock”.

Eran las 21 horas del viernes 27 de mayo de 2022 y la espera llegaba a su fin, tras largos años de ausencia, un atestado teatro Caupolicán recibía en su escenario a Divididos y el público, de manera enfervorizada coreaba cada una de sus canciones, ellas eran el vehículo que transportaba las emociones en todas direcciones en un espacio que además de notas musicales desbordaba sensaciones.

Muchos dicen que un concierto de rock se asemeja a la experiencia de un culto religioso, entre sus protagonistas se encuentran los sacerdotes, los fieles, la alabanza musical y el éxtasis de lo Supremo, pues bien, lo sucedido con Divididos el viernes pasado tiene mucho de esa comunicación espiritual. En cada uno de los momentos, quienes asistieron pudieron percibir un hilo invisible de conexión con quienes estaban a sus lados y como no, con Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella, verdaderos pontífices del rock que estrecharon no solo oídos y cuerpos, sino que también almas.

Podríamos hablar en esta nota sobre el set de canciones escogidas para la ocasión, también sobre el sonido y la interpretación instrumental y en todos estos ítems solo podemos hacer un gran “visto bueno”, pero el espectáculo que apreciamos con Divididos supera los rangos objetivos y tangibles, el viernes Divididos nos mostró que se pueden tener años en el escenario y que a pesar de eso la pasión no se debe perder y que no por sumar horas de vuelo en un plató se debe dejar de poner el alma en cada momento presente.

Con un total de 25 canciones que nos pasearon por gran parte la discografía de autor de los músicos del oeste de Buenos Aires y los infaltables y frenéticos momentos con canciones de Sumo, Pappo o Sandro, Divididos no dejó de expresar amor, gratitud, entrega y sinceridad en cada nota, palabra y verso, lo que afianza la humanidad que Ricardo Mollo ha mostrado desde siempre en su vida personal y artística, aquí se evidencia que el frontman exuda sinceridad pues no deja de preocuparse que su guitarra suene tal cual como quiere que los asistentes la disfruten y no dudó un momento en detener el show en seco porque un muchacho se cayó de un reja, corriendo a socorrerlo, así como al final de la presentación acercarse lo más posible a su público para entregarle fotografías, abrazos, uñetas y selfies.

Sin duda Divididos regresará pronto, porque Mollo lo dijo sobre el escenario y porque la conexión entre nuestro país y sus almas deben volver a revivir un ritual nuevo lo antes posible, porque de estos rituales de honestidad y afecto es que vive el alma de quienes sinceramente escuchan y hacen música.

SET LIST

  1. Cabalgata Deportiva
  2. Casi Estatua
  3. Tanto Anteojo
  4. Alma de budín
  5. Tengo (Sandro)
  6. Salir a Asustar
  7. Azulejo/Camarón Bombay (Sumo)
  8. Sábado
  9. ¿Qué Ves?
  10.  Que tal/La Rubia Tarada (Sumo)
  11. Raputín/Hey Jude
  12. Spaguetti del Rock
  13. Par Mil
  14. Huelga de Amores
  15. El Arriero (Atahualpa Yupanqui)
  16. Salir a Comprar
  17. Sucio y Desprolijo (Päppo’s Blues)
  18. Amapola de 66
  19. Paisano de Hurlingham
  20. Paraguay
  21. Cielito Lindo (Quirino Mendoza y Cortez)
  22. El 38
  23. Ala Delta
  24. Crua Chan (Sumo)
  25. Ojo Blindado (Sumo)