22 de octubre de 1996

JOURNEY – TRIAL BY FIRE

Desde que la escuché por primera vez, siempre me gustó la canción Message of love, aunque en muy rara ocasión sonaba por las radios de aquella época. Corría el año 1997.

Después de los exitosos álbums Escape y Frontiers, Journey decidió tomarse un prolongado descanso. Steve Perry lanzó su disco debut como solista, mientras que el guitarrista Neal Schon participó en el breve supergrupo HSAS. Después de ello, llegó la grabación de Raised On Radio que fue muy compleja para la banda, a pesar del éxito obtenido posteriormente, esto debido al despido de su baterista y bajista. Si a estos graves acontecimientos, le sumamos la pausa que decidió tomarse su vocalista, la banda quedó prácticamente en el aire.

Trial By Fire alcanzó el puesto n. ° 3 en las listas de álbumes y Journey parecía estar de vuelta con su éxito comercial, mientras se preparaban para una gira de las que nos tenían acostumbrados, sin embargo, el destino les tenía dispuesta otra cosa, ya que Steve Perry se lastimó durante una caminata, lo que le impidió actuar durante más de un año. Esto desembocaría a que, en 1998, tanto Steve Perry como Steve Smith ya no pertenecían a la agrupación.

Volviendo al disco en cuestión, así es como la formación más clásica en Journey, la que todos recordamos, nos regala su último trabajo. Vale decir:

Steve Perry :Voz
Neal Schon :Guitarra
Jonathan Cain : Teclado, Guitarra rítmica
Ross Valory : Bajo
Steve Smith :Batería

Diez años pasaron desde Raised on Radio para que la banda volviera al estudio. El trabajo se dividió en gran medida entre los miembros principales del grupo: Steve Perry, Neil Schon y Jonathan Cain. Estos escribieron la mayor parte de las canciones en Trial by Fire, a excepción de «Message of love» que fue co-escrita por John Bettis.

Trial by fire está compuesto por 15 canciones, mientras que la edición Japonesa trae 16 composiciones. La portada posee un diseño que nos recuerda mucho a Salvador Dali, en donde se utiliza una amplia variedad de colores. Y en cuanto al trabajo de perillas, cabe señalar que el disco fue mezclado por Kevin Shirley, que en aquel tiempo había trabajado con Rush y Silverchair, por nombrar a algunas bandas, pero que aún no sabía que el futuro le tenía destinado compartir con iconos de la talla de Iron Maiden, Led Zeppelin, Deep Purple, Joe Bonamassa, Beth Hart, Marya Roxx, Dream Theater, HIM, Tyler Bryant, Mr. Big, y Europe.

Ahora bien, para profundizar en el análisis de cada canción, es bueno señalar que difícilmente se pudo escoger una mejor canción para iniciar el disco. Message of love, que evidentemente tiene mucho de Separate Ways (Worlds Apart), nos invita a una clase de técnica, fuerza y elegancia. Gran tema e inmejorable carta de presentación para esta placa de 1996.

One more comienza con un interesante arreglo de cuerdas, que da paso a coros alucinantes y a un teclado emulando violines. Es una canción con mucha fuerza y tiene todos los elementos, además del sello de una gran composición de AOR. Hablar de When you Love a woman es remontarse a la innumerable cantidad de veces que apareció su video clip en programas especializados de la tv abierta. Una balada que destaca la capacidad y la técnica de los músicos de Journey, acentuando el uso de dinámicas, sutilezas y la voz conmovedora de Steve Perry. Última canción de la agrupación que llegó tan alto en los rankings. Un clásico sin duda alguna.

If He Should Break Your Heart es una gran canción que con suavidad nos demuestra un gran juego de voces, además de una indiscutible calidad y un coro fácil de recordar. Forever In Blue es un muy buen tema con bastante personalidad, potencia y elegancia. Steve Perry demuestra su mutabilidad y Smith da clases de cómo acompañar una creación desde la batería. Castles Burning es un puñetazo de Groove que con un pulso algo más lento, pero más imponente y rockero, construye la canción mas larga del disco con 6 minutos exactos. En este track nos encontramos con que los teclados hacen sonidos de trompetas, que existe un trabajado juego de voces, de batería y un solo marca registrada de Neil Schon, quien se da el lujo de ocupar el efecto wah wah en algunas partes del tema.

Don’t Be Down On Me Baby posee un inicio de piano, dando a entender que se avizora otra clásica balada perfecta de la banda. En este track, la voz de Steve Perry se muestra impresionante. Still She Cries es una canción lenta y suave, en donde la música se muestra a un nivel superior. Destacado es el piano de Jonathan Cain, que agrega maestros toques de sutileza. Colors Of The Spirit es la clasica canción pop rock con coro pegadizo y que comienza con sonidos de World Music bien particulares. When I Think Of You es una balada muy en la onda When you love a woman, mientras que Easy To Fall es una balada donde se destaca la voz de Steve Perry, el touch de Steve Smith, un coro muy pegadizo y un gran solo de guitarra a cargo de Neil Schon.

Can’t Tame The Lion es una optimista canción rockera con grandes solos de Neil Schon, que te saca un poco de la línea de baladas que se viene repitiendo en el LP. It’s Just The Rain es un tema suave que vuelve a bajar los decibeles del álbum, mientras que la canción que le da nombre al disco, ofrece un alivio que resulta bienvenido en este punto del álbum, ya que Steve Smith proporciona algunos ritmos extraños que acompañan el tremendo bajo de Ross Valory y la guitarra jazz de Neil Schon para generar una sensación de fineza en general, mientras que Baby I’m a Leavin ‘You, el tema que aparece en la edición Japonesa, presenta una fuerte influencia caribeña para darle el cierre al LP.

Así concluye el último disco con la formación de oro de Journey, que presenta grandes momentos como lo es la primera mitad de este trabajo. Sin embargo y a medida que pasan los minutos, resulta imposible no preguntarse por qué el disco contiene 15 canciones en vez de 10 u 11 y por qué se abusa de las baladas, sin nombrar lo fuera de lugar del tema que aparece en la edición Japonesa. Quizás era una gran oportunidad para darle evolución a un sonido que es marca registrada y no insistir en los últimos guiños de lo que fue su éxito en los años 80s, todo aquello sumado a la extensión del LP. Así y todo, Journey son los dioses del Adult Orient Rock por excelencia y éste, su último álbum de estudio con la alineación más recordada de la banda, presenta una gran calidad, elegancia, maestría técnica, potencia y versatilidad que no se pueden desconocer.