Muchas veces lo más interesante en la vida aparece de forma fortuita. El valor de estar en el lugar preciso y en el momento correcto es prácticamente incalculable. Pauline Butcher contaba con 3 trabajos en Londres: era modelo, profesora de modelaje y lo que era su principal fuente de ingresos, mecanógrafa en una imprenta. Se encontraba inmersa en una vida más que monótona, en donde era la penúltima de 11 hermanos, vivía en casa de sus padres y siempre le daba vueltas por la cabeza la idea de ser escritora, periodista, acumular viajes, disfrutar lujos y codearse con gente famosa.

Una mañana debido a que ninguna de sus compañeras quiso contestar el fono, atendió la llamada que cambiaría su vida: era Frank Zappa. La modelo estaba muy alejada del mundo del espectáculo, por lo cual no tenía idea de la importancia del músico ni todo lo que envolvía su entorno, lo que a la postre le ayudó para trabajar con el hombre de Baltimore. Ella contaba con solo 21 años y Zappa 28, por lo que pensó que tenía nada que perder y por ello es que decidió ir a EE.UU. y en donde, luego de estar en Washington y New York, no dudó cambiar su vida y se instaló con Frank y su familia en Los Ángeles.

Pauline siempre creyó que iba a codearse con actores famosos y todo el lujo de aquel mundo, pero se encontró con una realidad absolutamente distinta. Llegar a la cabaña de madera en Laurel Canyon, lugar en donde vivirían 11 personas, en donde todo era un desastre y en donde cada uno tenía que acomodarse y valérselas por sí solo, la hizo afrontar condiciones y un escenario muy distinto al que pensaba y por sobre todo, al que estaba acostumbrada en Inglaterra. Fue un cambio de golpe.

La modelo siempre fue la diferente en el mundo Zappa, donde se encontraban las Friquis, los Mothers Of Invention, las GTO y toda la gente que entraba y salía como si fuera su casa. Sin ir más lejos, por la vivienda del hombre que quiso presentarse a las elecciones presidenciales de 1976, deambularon tipos como: Tim Buckley, Jefferson Airplane, Pink Floyd, Beatles, The Rolling Stones, Jeff Beck, Rod Stewart, Eric Clapton y Stephen Stills, que lo miraban con gran admiración y lo consideraban un adelantado.

Es bueno señalar que independiente de los muchos álbumes, recitales, películas y trabajos con muchísimos músicos, el genio también vivió situaciones extremas durante su corta edad. Supo lo que es estar en la cárcel 10 días injustamente y supo hacerse cargo de que un desconocido ingresara a su casa y le apuntara con una pistola, situación que afrontó con gran calma.

 

Zappa, fanático del cigarro, sexo y café, conjuntamente con ser un reconocido antidrogas, era muy de estar solo, que nadie lo molestara cuando componía y que por más que fuera muy distante con sus músicos e incluso con su propia familia, siempre tuvo una relación distinta con Pauline, en donde fueron muy cercanos a su manera y más allá de las diferencias que pudieran tener, siempre la apoyó y defendió ante cualquier dificultad que esta experimentara. Incluso hubo circunstancias en donde se entrelazaron y confundieron los sentimientos y el sexo entre Butcher y Zappa.

Al pasar las semanas, ocurriría un vuelco importante en el día a día de todos los componentes de Laurel Canyon; la familia Zappa se cambiaría de hogar. Pauline y todo el círculo que comprendía la vida del músico, tuvieron que dejar la cabaña de madera y desde ahí el diario vivir de todos forjaría distinto rumbo. Por más que se juntaran de vez en cuando, ya no sería lo mismo. La familia Zappa se encontraba en un hogar mucho más grande y lujoso, los Mother of invention cambiaron de músicos y varios tuvieron que buscar una vivienda e incluso cambiar de rumbo laboral en algunos casos.

La historia tenía todos los condimentos para poder seguir acrecentándose, pero un imprevisto alteró los días de Pauline: tuvo que volver a Londres por una muy grave enfermedad en uno de sus oídos.

Aunque la modelo logró entrevistar nuevamente a Frank unos pocos años antes de que este falleciera, decidió comenzar a llevar una vida distinta, en donde dejó de lado lo vivido con Zappa, dedicándose a un trabajo alejado del espectáculo y formando su propia familia.

Así es como se muestra una gran historia en la vida del genio Frank Zappa entre los años 1967 y 1972, en donde Pauline como fiel escudera, siempre respondió en su trabajo y se acomodó a todas las circunstancias que fueron apareciendo y aunque fuera un mundo absolutamente distinto al que estaba familiarizada, logró adaptarse, documentar todo y compartir experiencias de las que pocas veces se tiene acceso.

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