Una obra que instala la relación entre un patrón y su sirviente donde los papeles terminan desdibujandose.
«The Servant» es una obra maestra del cine británico dirigida por el aclamado director Joseph Losey y basada en la novela homónima de Robin Maugham. Esta película, protagonizada por Dirk Bogarde y James Fox, no solo es un estudio psicológico profundo y fascinante, sino también una crítica mordaz de las clases sociales y las relaciones de poder.
Joseph Losey, fue un director estadounidense exiliado en el Reino Unido debido a la lista negra de Hollywood, la misma que persiguió a actores y directores por su vínculo con un pensamiento crítico a manos del senador Joseph McCarthy. Ya en Inglaterra y con mayor libertad creativa, trajo a esta película una sensibilidad y una intensidad que reflejan su propia lucha contra la opresión y la injusticia. Su colaboración con el guionista Harold Pinter, conocido por su habilidad para crear diálogos cargados de subtexto y tensión, resultó en una narrativa que explora las dinámicas de poder con una sutileza inquietante.
La novela de Robin Maugham ya ofrecía una base sólida para la adaptación cinematográfica, presentando una historia de manipulación y decadencia moral. Sin embargo, la visión de Losey y el guion de Pinter elevaron el material original, creando una atmósfera de claustrofobia y desesperanza que impregna cada fotograma.
«The Servant» se centra en la relación entre Tony (James Fox), un joven aristócrata, y su nuevo sirviente, Barrett (Dirk Bogarde), el control que se puede sostener sobre alguien desde lo sexual, la servidumbre y el propio abandono. A medida que la película avanza, las líneas entre amo y sirviente se difuminan, revelando las fragilidades y dependencias de cada uno. Los temas de control, dependencia y la corrupción del poder son centrales, ofreciendo una mirada crítica a las estructuras sociales rígidas y a cómo estas pueden ser subvertidas desde dentro.
Dirk Bogarde, en el papel de Barrett, ofrece una actuación magistral, transformando su personaje de un sirviente aparentemente servicial a un manipulador astuto. James Fox, como Tony, también brilla, mostrando la descomposición de su personaje con una vulnerabilidad impactante. Por su parte, la fotografía y tratamiento de la imagen por parte de Douglas Slocombe es notable, utilizando sombras y encuadres claustrofóbicos para reflejar el creciente control de Barrett sobre Tony. La casa en sí misma se convierte en un personaje más, con su opulencia desmoronándose a medida que la historia progresa,
La película se estrenó en una época de grandes cambios sociales en el Reino Unido, y su crítica de las relaciones de clase resonó profundamente en su tiempo, marcando un precedente en la narrativa cinematográfica sobre las clases sociales.
«The Servant» fue aclamada por la crítica y ganó varios premios, incluyendo el BAFTA a Mejor Película Británica en 1964 y merece ser vista ya que nos introduce a una historia que pareciera vana en un principio pero luego nos conduce al conflicto que supera a los humanos, más allá del status social que se habite, donde la psique puede quedar desmantelada ante el usufructo malicioso presentado como ayuda servil e inocente
“THE SERVANT”, o “El Sirviente” puede ser vista actualmente en la plataforma MUBI
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